¿Sabías que las alergias alimentarias afectan a un número creciente de personas y pueden tener consecuencias graves para la salud? Por eso, la carta de alérgenos se ha convertido en un elemento esencial para cualquier negocio del sector alimentario. No solo es una obligación legal, sino una herramienta fundamental para proteger a tus clientes y generar confianza.
La carta de alérgenos proporciona información crucial sobre ingredientes que pueden desencadenar reacciones alérgicas en ciertas personas. Para elaborarla correctamente, debes identificar los 14 alérgenos de declaración obligatoria en todos tus productos, presentar esta información de manera clara y mantenerla siempre actualizada. El incumplimiento de estas normativas puede acarrear sanciones severas, llegando incluso a la clausura del establecimiento.
¿Qué es una carta de alérgenos y por qué es esencial en hostelería?
Una carta de alérgenos es un documento esencial en el sector alimentario que detalla los ingredientes que pueden provocar reacciones alérgicas en determinadas personas. Este documento proporciona información crucial para la seguridad de los consumidores, permitiéndoles tomar decisiones informadas sobre los alimentos que pueden consumir sin riesgo para su salud.
Beneficios para tu negocio
La carta de alérgenos juega un papel fundamental en el sector de la hostelería por múltiples razones. En primer lugar, protege la salud de los clientes al prevenir reacciones alérgicas que pueden variar desde urticaria hasta anafilaxia, una reacción potencialmente mortal. Esta información permite a los comensales tomar decisiones informadas sobre lo que pueden consumir con seguridad.
Además, la implementación de una carta de alérgenos adecuada representa un cumplimiento legal obligatorio en España. La normativa exige que todos los establecimientos informen claramente sobre la presencia de alérgenos en sus platos. No hacerlo puede acarrear graves consecuencias como sanciones económicas, problemas regulatorios e incluso el cierre del negocio.
Contar con una carta de alérgenos bien estructurada también genera confianza entre los clientes, especialmente aquellos con restricciones alimentarias, lo que puede traducirse en fidelización y recomendaciones positivas. Un buen control de alérgenos contribuye además a reducir el desperdicio alimentario al evitar confusiones y errores en la preparación de los platos.
Alergias vs. Intolerancias
Es fundamental comprender la diferencia entre una alergia alimentaria y una intolerancia alimentaria para entender por qué la carta de alérgenos es tan importante. Una alergia alimentaria es una reacción inmunológica del organismo ante una sustancia denominada alérgeno. Cuando una persona alérgica consume el alimento en cuestión, su sistema inmunológico produce anticuerpos específicos (inmunoglobulina E) que desencadenan síntomas que pueden afectar al sistema respiratorio, digestivo o al organismo en general, pudiendo provocar una anafilaxia con riesgo vital.
Por otro lado, una intolerancia alimentaria no involucra al sistema inmunológico. Sus síntomas se relacionan exclusivamente con el sistema digestivo, como vómitos, diarreas, gases o distensión abdominal. Las intolerancias funcionan por grados, lo que significa que una persona puede consumir pequeñas cantidades del alimento sin manifestar síntomas, pero estos aparecen al aumentar la dosis.
Según la World Allergy Organization, las alergias alimentarias afectan aproximadamente al 2-5% de la población general y al 8% de los niños menores de tres años. Mientras las alergias pueden ser potencialmente mortales y requieren evitar completamente el alérgeno, las intolerancias generalmente permiten un consumo limitado del alimento en cuestión según la tolerancia individual de cada persona.

Normativa legal sobre alérgenos: requisitos y obligaciones
La normativa sobre alérgenos en España y la Unión Europea establece un marco riguroso para proteger a los consumidores. Esta legislación afecta directamente a todos los establecimientos que sirven alimentos y bebidas, imponiendo obligaciones específicas que debes conocer si trabajas en el sector hostelero.
Obligatoriedad legal
Es absolutamente obligatorio disponer de una carta de alérgenos en cualquier establecimiento de hostelería en España. Esta obligatoriedad se fundamenta en el Reglamento UE 1169/2011 que entró en vigor en diciembre de 2014 y establece que todos los locales que sirven comida deben informar claramente sobre los alérgenos presentes en sus productos. Esta normativa aplica sin excepciones a restaurantes, bares, cafeterías, puestos de comida callejera e incluso tiendas que venden alimentos preparados.
El reglamento identifica específicamente 14 alérgenos principales cuya presencia debe ser comunicada obligatoriamente al consumidor. Entre estos se encuentran el gluten, los frutos secos, los mariscos y otros ingredientes que pueden provocar reacciones alérgicas importantes en personas sensibles. La información debe estar accesible para todos los clientes antes de que realicen su pedido.
Consecuencias del incumplimiento
No cumplir con la obligación de informar sobre los alérgenos puede tener graves repercusiones para tu negocio. Las consecuencias van desde lo legal hasta lo reputacional pasando por graves implicaciones para la salud de tus clientes:
- Sanciones económicas: La falta de información sobre alérgenos puede resultar en multas significativas que varían según la gravedad de la infracción y las normativas específicas de cada comunidad autónoma.
- Problemas legales: En casos graves donde un cliente sufra una reacción alérgica por falta de información podrías enfrentarte a demandas por negligencia e incluso a procesos penales si se determina que hubo imprudencia temeraria.
- Daño a la salud de los clientes: La consecuencia más grave es el riesgo para la salud de las personas con alergias o intolerancias. Una reacción alérgica puede variar desde síntomas leves como picazón hasta anafilaxia una emergencia médica potencialmente mortal.
- Pérdida de confianza y reputación: Los clientes valoran enormemente la transparencia en temas de salud. La falta de una carta de alérgenos adecuada puede dañar irreversiblemente la imagen de tu establecimiento y provocar la pérdida de clientela especialmente en la era digital donde las experiencias negativas se comparten rápidamente.
La mejor práctica no consiste solo en tener una carta de alérgenos por cumplir la normativa, sino en integrarla como parte fundamental de tu compromiso con el bienestar y la seguridad de tus clientes. Esto incluye mantenerla actualizada, formar adecuadamente al personal y facilitar alternativas para personas con restricciones alimentarias.
Los 14 alérgenos obligatorios: guía visual para restaurantes
Los alérgenos alimentarios son sustancias que pueden desencadenar reacciones alérgicas graves en personas sensibles. La legislación actual reconoce 14 alérgenos principales que deben ser declarados obligatoriamente en todos los establecimientos de alimentación para garantizar la seguridad de los consumidores.

Simbología estandarizada
Para facilitar la identificación de alérgenos en cartas y menús, existen iconos estandarizados que permiten comunicar esta información de manera visual y efectiva. Estos símbolos son reconocibles internacionalmente y ayudan a superar barreras idiomáticas, permitiendo que cualquier persona pueda identificar rápidamente los alérgenos presentes en un plato o producto.
Los 14 alérgenos principales que deben ser identificados mediante estos iconos son:
- Cereales con gluten: Incluye trigo, centeno, cebada, avena, espelta, kamut o sus variedades híbridas y productos derivados.
- Crustáceos: Abarca camarones, langostas, cangrejos y productos derivados.
- Huevos: Tanto huevos enteros como productos que los contienen.
- Pescado: Incluye diversas variedades como salmón, atún y fletán, así como productos derivados.
- Cacahuetes: Uno de los alérgenos más comunes y potencialmente peligrosos.
- Soja: Presente en muchos productos procesados como tofu y salsa de soja.
- Leche y derivados: Incluye todos los productos lácteos y la lactosa.
- Frutos de cáscara: Almendras, avellanas, nueces, anacardos, pistachos, nueces de Brasil, entre otros.
- Apio: Tanto el vegetal fresco como el utilizado en salsas y sopas.
- Mostaza: Incluye semillas y salsas de mostaza.
- Sésamo: Presente en panes, galletas y otros productos horneados.
- Dióxido de azufre y sulfitos: Utilizados como conservantes en muchos alimentos.
- Altramuces: Leguminosas utilizadas en harinas y algunos productos panificados.
- Moluscos: Como mejillones, almejas, ostras y productos derivados.
La implementación de estos iconos en la carta de alérgenos no solo cumple con la normativa legal, sino que también demuestra un compromiso con la salud y seguridad de los clientes, generando confianza y profesionalidad en tu establecimiento.
Cómo crear una carta de alérgenos perfecta en 3 pasos
Elaborar una carta de alérgenos efectiva requiere meticulosidad y atención al detalle para garantizar la seguridad alimentaria en tu establecimiento. Este documento no solo es una obligación legal sino también una herramienta fundamental para proteger a tus clientes y demostrar profesionalidad en tu negocio hostelero.
Identificación precisa
La base de una buena carta de alérgenos es la identificación precisa de cada sustancia potencialmente alergénica en tus platos. Para hacerlo correctamente:
- Análisis detallado de recetas: Revisa minuciosamente cada receta de tu menú, identificando todos los ingredientes y sus componentes. Es fundamental detectar los 14 alérgenos de declaración obligatoria que puedan estar presentes incluso en cantidades mínimas.
- Revisión de etiquetas: Examina las etiquetas de todos los productos e ingredientes que utilizas. Los fabricantes suelen incluir información adicional sobre alérgenos y posibles trazas en sus envases.
- Comunicación con proveedores: Establece un canal de comunicación constante con tus proveedores para obtener información actualizada sobre la composición de sus productos y posibles contaminaciones cruzadas durante su procesamiento.
- Atención a los alérgenos ocultos: Algunos alérgenos pueden encontrarse en ingredientes donde no los esperarías, como el gluten en algunas salsas o la lactosa en ciertos embutidos.
Diseño eficaz
El formato de presentación de tu carta de alérgenos debe priorizar la claridad y accesibilidad para todos los clientes:
- Sistema de iconos visuales: Implementa un sistema de símbolos estandarizados para representar cada alérgeno. Estos iconos facilitan la identificación rápida, especialmente para clientes extranjeros, superando barreras idiomáticas.
- Tablas de correspondencia: Diseña tablas que relacionen cada plato de tu carta con los alérgenos presentes, utilizando marcas claras que indiquen su presencia o ausencia.
- Información por categorías: Organiza la información agrupando los platos por categorías (entrantes, principales, postres), facilitando así que el cliente pueda encontrar rápidamente lo que busca.
- Formato físico y digital: Ofrece la carta tanto en formato físico como digital, este último mediante códigos QR que permitan acceder a información más detallada desde dispositivos móviles.
Actualización continua
Una carta de alérgenos no es un documento estático, sino que requiere actualizaciones frecuentes:
- Calendario de revisiones: Establece un calendario para revisar tu carta de alérgenos al menos trimestralmente o siempre que cambies algún proveedor o receta.
- Responsable designado: Nombra a un miembro del equipo como responsable de mantener actualizada la información sobre alérgenos y de comunicar cualquier cambio al resto del personal.
- Formación continua del personal: Capacita regularmente a tu equipo para que conozcan los alérgenos presentes en cada plato y puedan responder correctamente a las preguntas de los clientes.
- Registro de cambios: Mantén un registro de todas las modificaciones realizadas en la carta de alérgenos, incluyendo la fecha y motivo del cambio, lo que facilitará futuras actualizaciones y demostrará tu compromiso con la transparencia.

FAQ: Todo sobre cartas de alérgenos en restaurantes
¿Qué es exactamente una carta de alérgenos?
Una carta de alérgenos es un documento esencial en establecimientos de hostelería que detalla los ingredientes que pueden provocar reacciones alérgicas en los platos ofrecidos.
¿Cuáles son los 14 alérgenos de declaración obligatoria?
Los alérgenos que deben declararse obligatoriamente son: cereales con gluten, crustáceos, huevos, pescado, cacahuetes, soja, leche y derivados, frutos de cáscara, apio, mostaza, sésamo, dióxido de azufre y sulfitos, altramuces y moluscos.
¿Qué diferencia hay entre alergia e intolerancia alimentaria?
Las alergias son reacciones inmunológicas que pueden ser potencialmente mortales, activando una respuesta del sistema inmune que puede afectar múltiples órganos. Las intolerancias, en cambio, afectan principalmente al sistema digestivo y, aunque causan malestar, raramente ponen en peligro la vida.
¿Qué sanciones puede enfrentar un restaurante sin carta de alérgenos?
No cumplir con la normativa de alérgenos puede resultar en sanciones económicas severas que oscilan entre 5.000 y 600.000 euros. Además, el establecimiento puede enfrentar el cierre temporal o permanente, problemas legales si un cliente sufre una reacción alérgica, y un grave daño a la reputación del negocio.